El pasado 17 de marzo, gran felicidad en 50 niños y niñas de la escuela de Kea Kea (Municipio de Sacaca – Norte de Potosí) porque recibieron cada quien, una mochila nueva. El 6 de mayo, igual alegría de una veintena de niños de la escuela de Keñuata (Municipio de Arque de Cochabamba)  porque recibieron un especial desayuno.  Todo ello gracias a Michaela Balke y Felipe   Muñoz. Solidaridad con lo pequeño para lo grande, como Voserdem lo hace.

Voserdem empezó hace más de 20 años, dando un api con un pan, a unas señoras indígenas de Potosí y Cochabamba, que buscando ayuda rondaban con sus hijas e hijos, la Parroquia de los Jesuitas de Cochabamba. Hoy, cerca de medio millar de escolares del Norte de Potosí tienen un almuerzo diario (bendición que solo Dios puede hacer). Además, tal alimento es un elemento entre otros esfuerzos donde la sostenibilidad es la meta.

Hoy el efecto del cambio climático es una realidad y el mundo se moviliza. El problema es grande y el planeta también. El cambio climático golpea con la mayor dureza a los pobres que muy poco se pueden defender. El esfuerzo mundial no alcanzará a los pobres, de seguro. Solo queda la solidaridad de personas de buena voluntad, desde lo pequeño hasta lo grande. Cualquier contribución para nuevos comedores será un gesto noble y una gran alegría para niños y niñas en extrema pobreza y que necesitan tanto de ello para su futuro (sostenibilidad humana).

¡Gracias Michaela y Felipe!

 

 

 

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